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Aplicacion de toxina botulinica.

 

Se conoce como Botox a la infiltración de toxina botulínica de tipo A, ideal para el tratamiento estético de las arrugas faciales debidas a la expresión y mímica de la musculatura facial. La toxina botulínica es un complejo neurotóxico que actúa relajando la musculatura. 
   ●  Hace desaparecer las patas de gallo, las arrugas del entrecejo y de la frente, y eleva ligeramente las cejas hacia arriba, dando un aspecto más relajado y joven al rostro.

    ●  No necesita anestesia.

    ●  No requiere pruebas alérgicas.

    ●  Puede aplicarse también al cuello y escote.

    ●  Tiene óptimos resultados en el contorno facial, dando un aspecto más natural que los productos de relleno.

    ●  Se puede aplicar en cualquier época del año.

    ●  Los resultados son visibles entre el tercer y quinto día y definitivos en quince días.

 

¿Quiénes pueden beneficiarse?

    ●  Aquellos pacientes jóvenes con primeras arrugas de expresión.

    ●  En personas de edad, combinado con otras terapias como los productos de relleno.

En la actualidad, la toxina botulínica (TB) es parte importante en los tratamientos médico-estéticos de la cara. Este trabajo hace una aproximación didáctica, con fines prácticos formativos, sobre el manejo de la TB para el rejuvenecimiento facial en el ejercicio de la Cirugía Plástica y Estética. Entender la anatomía del envejecimiento es clave para manejar de forma integral la TB junto con otras técnicas de la especialidad destinadas a combatir el envejecimiento, considerándolo en su conjunto. Resumimos los conocimientos actuales sobre el empleo de las inyecciones de TB en el tercio superior de la cara.

 

Por ser la parte de la anatomía más expuesta al sol, no cabe duda de que la acción perniciosa de los rayos ultravioleta será uno de los factores que, de modo más notorio, influirá negativamente en el envejecimiento de la cara (1). A nivel bioquímico provoca exceso de radicales libres y, de modo visible, la aparición de manchas prematuras o queratosis actínicas entre otras posibles neoplasias (1, 2).

El tabaquismo, de manera especial, contribuye también al aumento de los radicales libres y a la disminución del riego sanguíneo, actuando contra la juventud de la piel (2). Con el paso del tiempo la grasa subcutánea sufre atrofia y distrofia y el rostro pierde su textura disminuyendo los volúmenes, con lo que la geometría plana invade la armonía de las formas juveniles. Las mejillas hundidas y caídas son características de la edad avanzada.

Los músculos de la cara se insertan en la piel. Su contracción reiterada a lo largo de los años favorece la aparición de las llamadas arrugas hiperdinámicas. En la piel joven, las arrugas que aparecen con la contracción se recuperan sin dejar señales al relajarse los músculos. A medida que avanza la edad y junto al resto de factores implicados, la impronta de las arrugas es también notable en reposo.

A la pérdida de grasa subcutánea, la menor actividad fibroblástica y la disminución de las fibras de sostén de la dermis, se une la acción gravitatoria, aumentando la flacidez y caída de los tejidos blandos del rostro (3). En edades más avanzadas se produce la reabsorción del tejido óseo, que en los casos extremos conlleva una disminución notable del volumen facial. A esto se le deben sumar los cambios en los cartílagos, nariz y orejas, que descienden con un vector vertical. Además, no conviene olvidar que la genética, de forma intrínseca, juega un papel de base en todo este proceso.

 

Doctor: Sergio Sánchez Peña

Calle 106 # 56-76, Consultorio 403
Edificio Vitalmedica

 

Teléfonos: 310 565 38 78 – 300 8546763 – 3 56 45 93
Email: mestetica@hotmail.com

Bogota-Colombia 

Actualización hecha el 18 de Noviembre del 2014 

 

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